Ava, ajena a sus pensamientos, continuó hablando sobre lo bien que se lo había pasado con Adrián. Finalmente, Ethan, sin poder soportarlo más, volvió a lanzar la pregunta:
—¿Por qué no trabajas a tiempo completo para mí? Te triplicaré el sueldo.
Ava, mirando al frente, no le dio una respuesta inmediata. No quería decir lo que realmente pensaba, pero lo dijo de todos modos.
—Tengo que cuidar a mi familia, Ethan —respondió de manera sencilla, sin darse cuenta de lo que esas palabras realmente significaban para él.
Finalmente, llegaron a su destino. Ethan estacionó el coche, y cuando se bajaron, él la miró de nuevo.
—Piensa en Adrián —le dijo, casi como una orden.
Luego, dio un paso atrás y la dejó ir, observando cómo su figura se alejaba.
Ethan, con el peso de sus pensamientos, regresó al coche, mirando por el retrovisor. Una sonrisa, aunque pequeña, apareció en su rostro. Por primera vez en mucho tiempo, algo parecía despertar en él. Sin embargo, rápidamente la reprimió, pensa