A la mañana siguiente mire por ultima vez lo que era mi habitación y me dispuse a coger el mismo camino que hice al principio de toda la locura al despacho de Gil. Toque la puerta esperando su característico "entre", abrí la puerta adentrándome a su despacho cerrandola detrás. El teniente que estaba viendo unos papeles los dejo al fijarse en mi.
- Wilson, que raro verte por aquí dime ¿Tienes algún problema? - sus ojos se posaban en mi profundamente intentando descifrar lo que estaba pensando.
- Teniente, ya he cumplido todos mis propósitos estando en el ejercito. Defender a mi país ha sido satisfactorio pero pienso que mi vida también es importante por eso después de mucho pensar he decidido renunciar a todos mis cargos militares - Termine m