Capítulo 102—Extra Magnus y Lilian
Narrador
Lilian estaba de pie frente al espejo del dormitorio, aún descalza, con el vestido ya puesto y el corazón acelerado. El modelo era sencillo, elegante, con un escote que marcaba su figura y una abertura lateral que dejaba ver parte de su pierna al moverse. No era un vestido blanco tradicional. Era marfil, fluido, con una caída suave y provocadora. Justo lo que había querido: algo sobrio pero con un toque sensual. Algo que dijera “soy una mujer con historia... y hoy me caso”. El problema era el cabello. O, mejor dicho, sus manos temblorosas y la desesperación de sus nueras por ayudarla.
—No puedo con esto —se quejó, quitándose una horquilla por quinta vez —Parezco una loca que se peleó con un mapache.
Nebra, agachada junto a ella intentando colocarle una pulsera fina en el tobillo, levantó la vista con paciencia.
—Estás hermosa, Lilian. Solo estás nerviosa. Y es normal, es un día importante.
—¿Importante? Me caso en menos de una hora y tengo