La paz que brindaba el bosque era única, cierto que podía parecer un lugar aterrador con sus enorme arboles y poca luz, pero con Carlos sujetando mi mano solo podía sentirme relajada
- mira Carlos- señale un lago que se miraba entre unos árboles - vamos-
El lugar era precioso, el agua era cristalina, había unas rocas grandes en la orilla que podían servir de asiento, pero nos sentamos en el abundante pasto que cubría el suelo.
- ¿Es parte del terreno? -
- sí, dijeron que había un lago que lo hiciéramos apto para meterse pero que no metiéramos mucho material
- pues yo lo miro perfecto, no necesita nada- recargue mi cabeza en su hombro y el pasó su brazo por la espalda dejando besos en mi cien.
- Elisa - susurro en mi pelo
- Dime-
- ¿Crees, que el agua esté helada? -
- ¿Que? - quise levantar mi rostro para mirarlo, pero no tuve tiempo, pues sentí como me cargaba y en un segundo estaba en medio del lago. Me parecía imposible haber llegado tan pronto a mitad del lago, pero el agua helada y