49: Más hombres como él.
Dania.
Ahora estamos frente al aeropuerto, en un restaurante, esperando que finalmente haya noticias en la página web para abordar, cuando se suponía que debíamos salir esta mañana.
Por más que intenté convencer a los Cox de intervenir, Gabriel se rehusó. Él piensa que no debemos llamar más la atención de lo necesario, haciendo que el gerente haga despegar un avión no autorizado.
No sé si lo que pasó ayer con las cámaras tiene que ver con el retraso de los vuelos, pues mi instinto me dice que no es buena idea ir al aeropuerto.
—Amor, tranquila. No hemos visto nada extraño, no te preocupes —expresa Leander, besando mi sien, pero no me convence.
Incluso amarrándome a su pecho aquí en un rincón del restaurante, sintiendo su calor y los latidos fuertes de su corazón, sigo inquieta.
Son la una en punto cuando me levanto, visualizando una máquina de chucherías en el otro extremo del restaurante.
—Iré por algunas bebidas, ¿desean algo?
Adriel asiente pidiendo un snack dulce, Gabriel pide man