Leander.
Al principio, sentí que estaba a punto de caer en el más doloroso de los abismos. Sentí mi corazón romperse, Near también, pero de repente, ese dolor insoportable se transformó en tristeza; una especie de desolación en mi interior. Me sentí tan solo, incluso con Near intentando hacerme reaccionar, no pude más que quedarme estático, viendo sus ojos hermosos.
¿Por qué?, no dejaba de repetirme esa pregunta, cada que la veía era lo único en que podía pensar.
Mandé a Near al fondo de mi mente, bloqueándolo por completo. Él estaba herido, pero insistía en que lo que había pasado tenía una explicación, una que ni él mismo sabía. Pero que él sentía que Dania nos quería, incluso habiéndonos rechazado.
Ella era quien se había acercado a nosotros. Era quien había estado enviándole obsequios, conquistándome de una forma tan abrumadora con su exquisito olor y su hermosa sonrisa. Y de repente… Ya no me quería.
¿Acaso era porque era un hombre lobo? No tenía sentido. Ella sabía quién era yo