Por Antonella
Estábamos reunidos en mi casa, Pía me había llamado preguntando si podía pasar, creo que se enteró por medio de mi tía, que Sandy y Luca venían a mi casa y que a las pequeñas las dejaron con sus abuelos.
Por supuesto, lo hizo acompañada por Fabrizio.
Estaban algunos amigos, cuando suena el timbre de mi casa y en la puerta está Rafa Vita.
Me alegró mucho verlo, porque más allá de pasarla excelente íntimamente con él, le tomé cariño.
Es muy dulce conmigo y siempre se comportó muy bien, jamás tuvo un reproche, aunque alguna vez me preguntó, aunque con cautela, si hubiera tenido algo con Josema.
Casi no me animo a preguntarle si esos enfrentamientos que tuvieron en la cancha y en los vestuarios, o no sé dónde, fueron por mí.
Sin decirlo muy claro, lo dio a entender.
Es que sin dudar y a pesar del momento que vivimos los tres, sentirlo a Rafa, era bastante distinto que sentirlo a Josema, por más que sean los dos realmente guapos, aunque en ese momento, si hubiera tenido algo