Por Antonella
-¿Puedo pasar por tu casa?
Me pregunta Alejandro, cuando ya habíamos pasado el umbral de la casa de mi tía.
-Sí, por supuesto.
Al entrar miró todo con curiosidad.
Tal vez mi casa no era como la de Rafa Vita, pero era una regia casa, lujosa y cálida.
Le preparé un café.
Le avisó a su esposa o pareja, en donde estaba, que en unos minutos se iba.
La esposa le debe tener mucha confianza, porque Alejandro le dijo que estaba conmigo, sin explicarle mucho.
-¿Qué relación tenés con Fabrizio?
Es claro en su pregunta.
Le respondo de la misma manera.
-Es la pareja de mi prima segunda, aunque ellos no viven juntos…y…
No me interrumpe, sabe que hay más.
-Fuimos novios cuando tenía 17 años.
-Tu prima lo sabe.
Eso lo afirma.
Alejandro terminó su café y le pregunté si gusta otro.
Lo aceptó, nuestra conversación no había terminado.
-¿Pía? Sí, lo sabe, siempre lo supo, pero se hace la ignorante al respecto, mis tíos no lo saben, Sandy está al tanto de todo.
-¿De todo?
Me pregunta levantan