“Una noche de lluvia”
Elza.
El clima se ha prestado para el momento, mamá se está mojando parada a un lado de la puerta del copiloto. De inmediato Elías le abre la puerta y la deja entrar, luego hace lo mismo conmigo y por último sube él.
—Lamento la tardanza, de haber sabido habría aguantado a llegar a su casa.—Dice apenado, mamá seca su rostro con un pañuelo y el castaño se pone en marcha.
—No hay problema cariño, todos tenemos necesidades y además este es tu auto. Yo era quien no deseaba estar allí adentro…Era un poco agobiante tanta gente y el sonido por los aires.
La excusa es buena, pero no tanto porque el castaño sonríe con los labios cerrados y mirada perdida.
En el camino transcurrimos en silencio, cada quien pensando en lo suyo.
“¿Vi