Sonó la campana y nos observó. Era hora de irnos, tomó sus cosas y salimos con él.
Caminamos hacia la salida tranquilamente claro que fingimos, nos despedimos del guardia quien sonrío amablemente, miré a Chris caminar hacia el estacionamiento y abrir la puerta de su auto.
—Vayan con cuidado—agregó el oficial y salimos.
Al tener el pie afuera, la enana soltó gritos de emoción, claro que estaba emocionada también pero me ahorré los escándalos.
—Sofía... créeme este a sido el mejor día de mi vida!—exclamó Elia
—¿Y que? ¿Crees q