-Explícate ahora mismo, le dije molesto.
Él ingreso a mi habitación, luego de eso cerró la puerta mientras se acercaba a mí, no pude molestarme por eso.
-¿Qué es lo que quiere?
-Mi lugar.
-No entiendo.
-Nunca te has preguntado por qué tú padre me ha protegido todo esté tiempo, me dijo y yo me quedé en silencio con el ceño fruncido por qué ya estoy perdiendo la paciencia.
-Di lo que tengas que decir.
-Yo soy el príncipe heredero de todo ésto, me dijo acomodando su melena y con su frente bien en alto.
¡Maldito idiota!, cómo se le ocurre molestarme con algo tan absurdo como eso.
-Sera en otro mundo, pero aquí no... le respondí si importancia.
-Bien, me alegra que lo tomes así. Es por eso que te haré una propuesta que no podrás rechazar.
Me quedé mirando a lo lejos esperando para que se marchara, pero al parecer tiene más que decir yo solo asentí.
-¿Quieres que me vaya de la manada?, sin causar el mínimo daño.
-Si acepto. Lo que sea, vete, le dije perdiendo la paciencia, el sonrió y ante