NARRA HARRY
Al llegar al jardín, antes de sentarnos Amy dijo que tenía que ir al baño que no tardaría mucho, y se fue dejándome solo con su padre.
-Bueno Harry, amas a mi hija- cuando dijo eso mi piel se helo por un momento.
-Sí señor, la amo con toda mi alma- me sentí mal por mentirle, pero no podría decirles que solo es un contrato.
-De verdad debes de amarla mucho como para no hacer una boda y poder soportarla- dijo riendo – yo amo mucho a mi esposa, por eso logro soportarla, porque si no la amara ya estuviera divorciado- al terminar de hablar se soltó a reír, ya se de quien heredo Jasón la costumbre de reírse por todo.
Cuando para de reír se formó un silencio incómodo y no sabía de qué sacar conversación, en ese preciso momento llego mi salvación.
-Señor, la señora lo está esperando en el despacho- dijo la nana dejando la bandeja en la mesa para después retirarse.
-Con permiso – dijo para luego retirarse, cuando él iba entrando a la casa Amy iba saliendo y suspire.
-Que te dijo mi