NARRA ALBERT
Escuchar a Adam de que Dianne ordenó mi agresión me agarró de sorpresa, pues, yo creí que solo había pedido ayuda y que esos salvajes se extralimitaron. En el video ella le reclamaba a ese Lucca, y yo la escuché reclamándole de que por qué me agredió. Jamás creí que ella fuera capaz de esa maldad
Ella vino a mí sollozando pidiéndome que no la deje que no me vaya, pero yo estaba mal, mi mente estaba mal, no quería ser un estúpido lastimándola o insultándola, solo quería alejarme, pensar bien reflexionar todo, mi corazón estaba detenido por la noticia inesperada por eso me fui, me dolió empujarla, pero si no lo hacía no me dejaría en paz, en el taxi solté unas lágrimas y grité
—Mierda, no puede ser, maldición
El taxista me preguntó preocupado
—¿Se siente bien, señor? ¿le ayudo en algo?
Pero yo solo me limite a darle la dirección y pedirle que me lleve allí, cuando reconocí el camino ya iba un poco más tranquilo, cuando estaciono el taxi salí y le pague, me quedé parado en e