En el camino de regreso, Clara se recostó en el hombro de su hermano mayor, sintiendo un ligero cansancio. En realidad, ella tenía curiosidad por saber qué había dicho Arturo exactamente a Alejandro. Sin embargo, pronto desechó esa idea de su mente. Probablemente no habían sido palabras amables, ni tampoco palmaditas de consuelo. A pesar de su apariencia gentil, Arturo a veces podía ser más implacable que ella.
—No, Diego, ¿qué quieres decirme? — Clara parpadeó con sorpresa cuando su hermano le habló en voz baja.
—Clara, sabes a lo que me voy a referir, pero ¿no has notado algo extraño entre esos dos? — Diego sonrió levemente. —Quizás me equivoque, pero siento que hay una tensión extra entre Aarón e Inés.
Clara lo miró con incredulidad. —No hagas ese tipo de chanzas ¿Estás seguro no son los tragos de mas nublando tu cabeza y haciéndote ver sandeces?
—Nunca bromeo sobre asuntos de relaciones entre hombres y mujeres— respondió Diego con seriedad. —No sé si lo notaste, pero cuando Aarón e