Capítulo39
Rodrigo estaba triste y lo siguió apresuradamente: ¡Exacto! ¡Si ya están divorciados, no se enreden más! ¡Deja que yo te abrace, señora Isabel!

—¡Lárgate!

—¡Lárgate!

Ambos lo dijeron al unísono, solo que uno se puso rojo de ira y el otro de vergüenza.

Rodrigo pensó: ¡Vaya! Parece que realmente son una pareja.

*

Hospital.

Clara fue llevada a la sala de tratamiento mientras Alejandro y Rodrigo esperaban en el pasillo.

—Alex, estás loco? ¿Cómo puede su pequeño brazo resistir tu fuerza? ¿Qué pretendes hacerle?— Rodrigo suspiró y negó con la cabeza, mostrando una expresión de desaprobación.

—¿Cómo sabes que ella trabaja allí?— Alejandro miró fríamente a Rodrigo con ojos profundos, mostrando un ligero enfado en sus delicadas cejas y ojos.

—Estaba aquí para comer, simplemente me encontré con ella. Cuando llegué, mi excuñada estaba trabajando en la puerta trasera, haciendo un trabajo pesado con mucho esfuerzo. No parecía en absoluto la exesposa del presidente que se casó con una familia adiner
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