Liz.
Me encuentro en el jardín viendo las estrellas y escuchando el sonido de la noche.
—Liz, podemos hablar —me impresiono al sentir a Dylan inesperadamente.
—Sí amor, pasa algo —sin quitar mi mirada del cielo estrellado le contesto.
—Perdóname por lo que te voy a decir, pero necesito que tú y los niños se vayan sin mí por un tiempo —me levanto de golpe al escuchar eso—, hay muchas amenazas y cosas que organizar—parpadeo un par de veces hasta asegurarme que no es una ilusión—. Perdón, pero esto lo hago por su seguridad, tú sabes cuánto te amo y no quiero que vuelva a pasar.
—¿Y tú crees que está es