Vicente Cooper.
Ha pasado una semana desde que delaté a Angel, su hermano me ha estado informando sobre su estado. Pensé en visitarla pero ella sigue inflexible y no quiere verme.
Suspiro con cansancio y voy a la sala de descanso por un café fuerte. Todavía tenía que operarme y hacer un viaje. Este doble viaje me está matando. mi celular comienza a sonar.
- Hola, ¿le pasó algo? Pregunto tan pronto como respondo la llamada.
- Mi hermana está bien, no te preocupes. Escuché que vas a viajar - dice.
- ¿Cómo lo supiste?
- Alguien le dijo a Angel, quien me dijo a mi. Pero ese no es el motivo de mi llamada.
- Entonces, ¿qué es? - Pregunto con curiosidad.
- Voy a tener una fiesta el domingo por la noche para celebrar mi ascenso en el trabajo. Mi hermana invitó a varios compañeros del hospital .
- Aparentemente no estaba en su lista - le digo, herida.
- Sé que le di una prensa, doctor. Espero que no me hayas malinterpretado, pero eres demasiado lento.
- ¿Que quieres decir con eso?
- Es que nec