Narra Alondra Ferreyra
Después de pasar por el horrible proceso, ese que tanto odiaba, que me sacaran sangre, me sentí un poco mareada y cerré los ojos, lo que asustó a David y enseguida, se puso de pie para abrazarme.
–Alondra, mi amor ¿Qué tienes? – Preguntaba mi chico – Dime mi princesa, ¿Qué es lo que sientes?
–Sí amor, si me siento un poco mal – Respondí – Estoy mareada y quiero devolver el estómago.
Todo me daba vueltas y sentía, que me iba desmayar, de un momento a otro y para acabarla de rematar, tenía nauseas.
–Si necesitan usar el sanitario, aquí a la vuelta hay uno, al que pueden pasar los dos – Nos indicó la química – La prueba se las estaremos entregando en 4 horas, pueden venir aquí por ella o que se les envíe vía correo.
–Gracias señorita – Respondió David – Vendremos por ella, personalmente. Ya es todo, ¿verdad?
Yo ya quería estar en el departamento, para poder acostarme, pues me sentía muy mal.
–Sí, ya es todo. Pueden retirarse y los veo más tarde. – Nos dijo la señor