Capitulo 146

Narra David De María

En ese momento, Alondra iba bajando las escaleras de la cabaña. Se veía despeinada, llorosa y cansada, lo que no era una buena combinación, pero eso ya no era de mi incumbencia, se acercó a mi madre para saludarla, como hacía todos los días.

–Buenos días Carmen – La abrazó Alondra.

–Buenos días Alondra, ¿Pudiste dormir algo? – Todavía se preocupaba por ella.

–No Carmen y lamento si tú tampoco has podido descansar por mi culpa – Hizo una pausa y me miró. – David, ¿Podemos hablar por favor? –Ella se volvió a mí, para pedirme eso de hablar – Quiero pedirte, que me perdones y si quieres que Carmen esté presente, pero te amo y no quiero perderte. Lo eres todo, todo para mí.

Con que descaro me pedía eso y osaba decir que me amaba. Me quise reír en su cara, era una cínica de lo peor. Así que me solté a decirle todo lo que se merecía, no me iba a tocar el corazón y que viera en lo que me habia convertido por su culpa. Porque nadie más la tenía, yo no era así y vino a sac
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