Narra Lesedi.
Quién me iba a decir hace unos meses que volver a la Manada me cambiaría tanto. Tantos cambios que aveces hasta me cuesta procesar. Encontrar a mi mate, la cual no venía sola traía consigo a una pequeña.
Ella inevitablemente se ha vuelto mi debilidad, nunca pensé que podría amar tanto a alguien que no fuera de mi sangre, la quiero como si fuera mía. Aunque no nos podríamos parecer menos. Ella de piel pálida, cabellos dorados y ojos del color del mar. Y yo de piel tostada y ojos negros como la noche.
Nuestra familia ha crecido recientemente con la nueva incorporación de West, no podía permitir dejar a ese niño solo y menos llevarlo a un orfanato o con la policía, no hay que olvidar que el no es un niño normal. Si no se cubren sus necesidades puede desatarse su lado sa