Enzo
El peso del ultimátum de ayer era una piedra en mis entrañas mientras caminaba hacia los túneles.
Seguía viendo la cara de Nina, esa mirada de conmoción y traición, como si hubiera arrancado el suelo de debajo de ella. No quería hacerlo. Dios, me odiaba por eso, pero era un muro que no podía tr