Nina
"No dejaré que te vayas de mi lado", susurró Enzo. Su voz sonaba como un gruñido grave, y sus ojos brillaban con un rojo aún más intenso mientras hablaba. Sabía que hablaba en serio, y después de que casi nos atrapara lo que parecía un guardia, quizá tuviera razón. Quizá fuera mejor que nos man