Nina
Mientras el público celebraba nuestra victoria, Enzo se levantó con una sonrisa dibujada en la cara. Pero no miraba el marcador. Me miraba a mí.
Antes de que pudiera resistirme, Enzo Rivers se acercó a mí y me rodeó la cara con las manos, atrayéndome hacia él y besándome firmemente en los labio