El agitado joven deslizó sus labios por el hombro y cuello femeninos provocando un estremecimiento a la débil chica.
Leia mordió su labio y se recargó en el pecho desnudo del rubio.
—Debe haber un problema con nosotros dos— mencionó y su voz no son tan divertida como pretendía al apenas estar desapareciendo la pasión que desbordaron.
Él sonrió de medio lado al alzar sus manos que descansaban en su cadera, directo a sus senos y acarició los mismos.
—¿Por qué? ¿por hacerle el amor a mi novia? — le cuestionó al oído y ella vibró y ladeó su cabeza pretendiendo controlarse, sonrió.
—No, por hacerlo donde sea— aclaró ella, y esa última pregunta soltada por él, acarició su estómago con un cosq