Tres días antes de la reunión en la casa de Kaleb, Scarlett estaba en la oficina trabajando. Sintiendo seca su garganta, fue a la despensa para llenar su vaso de agua.
Tan pronto entró a la despensa, percibió un aroma que casi la hizo vomitar. Se quejó: “¿Qué es ese olor? Es tan repugnante.”.
Su amiga, Joy, quien casualmente estaba allí, levantó una ceja. Respondió: “¡Scarlett, es la favorita de todos! ¡Pizza!”. Joy le ofreció un trozo, diciendo: “Ten un poco”.
Con solo olerla, Scarlett se inclinó hacia atrás con ceño fruncido en su rostro. Refunfuñó: “¡Oh, Dios mío! ¿Por qué me huele tan mal?”.
“Pizza es pizza, Scarlett. ¡Huele igual y siempre pedimos la misma cosa todo el tiempo!”. Un asistente legal preguntó: “No estarás embarazada, ¿verdad?”.
“Sí, ya ha pasado más de un mes desde tu larga luna de miel con el señor esposo sensual”, mencionó Joy, y sus labios se curvaron en una sonrisa burlona.
“¡Pfft! ¡No, yo tengo inyecciones anticonceptivas!”, explicó Scarlett. “Todavía no e