Hoy, por casualidad, lo usaba contra Mariana.
—¿Qué estás haciendo? —Mariana corrió a arrebatarle las llaves, pero Dolores la empujó y corrió hacia la ventana, arrojando las llaves afuera.
—¡Así está mejor, ninguna de las dos saldrá! ¡Quédate tranquila aquí conmigo! ¡Aunque muramos, moriremos de ham