—No estoy a tu lado para ayudarte. Justo estoy en Australia con tus dos tíos, visitándolos en tu nombre y hablando sobre asuntos de tu abuelo para ayudarte a superar los obstáculos.
Ximena inhaló profundamente, tratando de ocultar a Lisandro que había llorado, y continuó con una voz más animada.
—Ha