De repente, un reflector se encendió, iluminando a Ximena, seguido por el destello de cámaras y el sonido de los fotógrafos. Ximena se dio cuenta de que el salón estaba lleno de gente. Parada allí, desconcertada, no sabía qué estaba pasando.
Entonces, otro reflector se encendió. Lisandro, con un imp