—¡Nuestra coordinación fue perfecta! —Sofía, jadeando, dijo—. ¡Ahora al hospital para hacer análisis!
—¡Vamos!
Sofía se levantó del suelo, detuvo un taxi y juntas fueron al hospital para analizar las servilletas manchadas de vino. Esperaron cuatro horas hasta que finalmente llegaron los resultados.