—Mari, ¿todavía mantienes contacto con José? No olvidarás qué tipo de persona es él, ¿verdad? —Ximena agarraba firmemente a Mariana, decidida a impedir que se encontrara con José.
—¡Ena! ¿Acaso hay hombres buenos en este mundo?
—Mari, no puedes...
—Ya basta, Ena, ¡las cosas son diferentes ahora! Jos