—Todo pasará, Sofía también se recuperará.
—No estés triste, no es tu culpa.
—Si hubiera encontrado a Sofía un poco antes...
La voz de Lisandro estaba cargada de dolor, y los ojos se le llenaron de lágrimas. Era su hermana, a quien había cuidado y querido desde pequeño.
—Es mi culpa, llegué demasiad