—¿Me desprecias?
—No es eso.
Ximena simplemente odiaba el olor del cigarrillo. Sin entender por qué Lisandro estaba molesto, apartó su mano y lo besó apasionadamente.
—Mmm…
Ximena quería apartarse de él, pero recordando las palabras de Mariana, dudó y terminó abrazándolo por el cuello. Sin embargo,