—¿Qué hacemos? —Felicia tomó la mano de Mateo—. ¡Huyamos!
Felicia no quería que su hermano fuera capturado de nuevo. Había salido para llevar a su hermano a ver a su madre. Aunque su madre no decía nada, sabía que extrañaba mucho a Mateo. Se quedó en Aurensia con la esperanza de una reunión madre-hi