—¡Imposible! ¡Ximena jamás haría algo así! —Mariana señaló a Diego, su voz resonando con furia—. Entiendo lo que insinúas, ¿estás resentido porque no te ayudó a negociar con la Corporación Mendoza? —continuó.
—Solo digo la verdad, no estoy siendo parcial. Si hubiera actuado correctamente, ¿la esposa