—No lo sé. Las relaciones de los adultos son bien complicadas.
—Sí, son bien complicadas.
La niña suspiró, y ambos continuaron escuchando detrás de la pared. Ximena ya no quería seguir con Lisandro, lo apartó, se levantó para alistarse y llevar a los pequeños a pasear. Aprovecharía que Mateo había