Sofía, emocionada hasta las lágrimas, apenas podía creer lo que veía.
—¿Realmente es... de verdad...? —Murmuró.
En el impulso de compartir la buena nueva, intentó llamar a Marcus, pero su mano tembló y el teléfono cayó al suelo con un sonido seco. Al agacharse para recogerlo, vio que la pantalla est