—¡No te enojes! ¡Me mentiste diciendo que estabas paralizada! Yo me llevé a Felicia, ¡así que estamos a mano!
—¡Además, Felicia es mi hija! Sólo quería verla. ¡No he hecho nada malo!
Ximena intentó alejarse de Marcus, pero él era más fuerte y no la dejó. Con sus ojos llenos de furia, miró directamen