Lisandro sentía un profundo dolor en su corazón. Tomó la mano de Felicia y la besó suavemente.
—Tu tío hará todo lo posible para que te sientas mejor pronto, ¿y si llevamos a Felicia al parque de diversiones?
Felicia negó con la cabeza: —No quiero ir al parque de diversiones.
—¿A dónde quieres ir? Tu tío te llevará.
Felicia le hizo un gesto a Lisandro para que se acercara.
Cuando Lisandro se inclinó, Felicia susurró: —¿Podemos estar juntos todos los días, tío?
Lisandro se quedó en silencio