* * * * * * * * * BAYÁ * * * * * * * * * *
—Eso es nuestro plan, mi amor —señala cariñosa al acariciar una de msi manos que estaban sobre su escritorio.
En eso, suena mi celular y yo llevo la mano que ella acariciaba a mi bolsillo. Saco mi móvil, lo enciendo y me doy cuenta de que es un mensaje de Ramsés, a´si que lo abro rápidamente, pues esperaba noticias sobre el rescate de Merlí y mi hijo.
Entro al mensaje y...
"Están a salvo. Tu esposa y tu hijo están a salvo", leo y siento una enorme tranquilidad envolverme.
—¿Mi amor? —escucho su insoportable voz—. Maxi, mi amor...
—No te muevas; no se te ocurra moverte —amena zo complacido al mirarla fijamente.
Danaí me mira con mucha extrañeza hasta que, de pronto, mis hombres (quienes habían tenido la orden de ex terminar a los suyos) se hacen presente en su despacho.
—No te muevas —vuelvo a advertir cuando me doy cuenta de que trata de sacar su arm a.
—Maximiliano, ¿qué significa esto? —pregunta nerviosa; y yo sonrío.
—Primero, amo