-¡Contesta!
¿Esa chica te gusta?
-Sí.
-¿Cuánto? Si no es mucho puedes dejarla ir, si no quieres que Justin la tenga podemos contarle todo lo que sabemos de él y te aseguro que cuando sepa el asco de persona que es no dudará en alejarse de él, podemos indemnizarla, comprarle una casa, crearle una cuenta, apoyarla en lo que necesite, pero debes dejarla ir.
-Es tarde, me enamoré de ella. No puedo dejarla ir.
(Por eso necesito que se case conmigo, no quiero que nadie la aparte de mí.)
-¡Eres un imbécil!
¿Cómo se te ocurre enamorarte de la mujer que le robaste a otro?
¿Qué tienes en la cabeza?
¡No puede ser!
¿Qué vamos a hacer ahora?
-¿Vamos?
-Sí, vamos, porque no creas que me voy a quedar sentado a observar como te hacen pedazos todos cuando se enteren de la verdad. Y esa chica te va a odiar, no creo que puedas lidiar con eso.
-Necesito casarme con ella antes de decirle la verdad, así no podrá dejarme y Justin no podrá tenerla.
-Esa idea es pésima.
-Si vas a ayudarme será bajo mis término