Tomó la navaja de mis manos y fue directo hacia él, metió sus dedos en la boca de Harris y sostuvo su lengua con la navaja pegada a ella mientras le decía:
-Hanna, desea tu lengua...
No sé que le hayas hecho, pero debió molestarle mucho para que pida algo como eso.
Y yo se lo voy a dar.
-Espere...
Estaba a punto de cortar su lengua cuando lo detuve, no era justo que otros pelearan mis batallas o enfrentaran mis miedos.
-Yo la cortaré.
Me miró frunciendo el ceño.
-¿Estás segura, princesa Hanna?
-Si, se... Si, Igor.
-En ese caso no te lo impediré.
Me devolvió el control de la situación y tomé la navaja de sus manos y la lengua de Harris, me acerqué y no pude evitar decir lo que no había querido decirle antes.
-Espero que te duela mucho perder tu asquerosa lengua, esto es para que no vuelvas a meterla en la boca de nadie más, asqueroso, perro bastardo, si tuviera más valor te cortaría el pene para que no vuelvas a frotarlo contra el cuerpo de otra chica y tus manos