Capítulo 103: Mis flores favoritas no son las orquídeas.
En la sala de la mansión Sofía se apresuró a buscar a los empleados para preguntarles cómo se encontraban. Sin embargo, no logró ver a ninguno, sólo Nana estaba en la cocina y los guardias afuera de la propiedad en sus posiciones habituales.
-Buenos días Nana.
Sin dudarlo corrió a abrazar a la mujer.
-Buenos días señora Adams. ¿Cómo amaneció?
-Muy bien Nana, gracias por preguntar.
Es raro que me llames señora Adams, ¿podrías llamarme sólo señora?
-Imposible, ahora es la señora Adams.
-Mmm... ¿Cómo están todos?
¿Los empleados están bien? ¿Se fueron a casa muy tarde?
-Ellos están bien señora, se quedaron hasta las cuatro de la madrugada y apenas están volviendo a sus actividades, les preparé a todos algo para la resaca y ya que es fin de semana no hay mucho por hacer así que el día laboral será tranquilo para ellos, no tiene de qué preocuparse. Respecto a si se fueron a casa, no, no lo hicieron. Hay cosas que aún desconoce porque lleva muy poco tiempo aquí señora, pero ya que ahora ser