Capítulo 54. Angustia.
Capítulo 54.
Angustia.
Descalzo, sin pensar en nada Ricardo la lleva al hospital más cercano donde es atendida de emergencia, Pablo lo acompaña y Ricardo la sigue en la camilla ansioso, la sangre en su ropa lo desconcierta, parece un loco persiguiendo a los enfermeros.
— No, no, señor, debe esperar aquí, usted y su padre, esperen aquí.
Ricardo mira la camilla alejarse; la mano de Valentina se sale de la camilla, llevándolo al recuerdo cuando la llevó a la clínica. “Ricardo, no me dejes sola”. Esa misma mano tomó la suya y él no pudo hacer más que seguirla, permanecer a su lado, a diferencia de lo que ahora hace.
—Siéntese, abuelo, mantenga la calma, no debió venir.
—Debo, claro que sí, no podría quedarme en casa a que me des noticias; yo debo estar aquí con ella.
Gael aparece trayendo para Ricardo sus zapatos y una chaqueta.
—Para usted, señor.
Ricardo toma las cosas y se arregla. En segundos su apariencia cambia y su expresión también: sombría, fría, como si la incer