Hanna Becker
New York
Estaba mirando a Katie, que dudaba aún en decirme lo que quería decirme y me quería dar un ataque de risa, que tuve que contener de inmediato. No quería faltarle al respeto a mi cuñada.
–Hanna, es que no sabes lo que ha pasado cuñada – Katie al fin me dijo – Anoche, Michael y yo nos besamos.
–Wow, eso sí me sorprende Katie, sí me lo preguntas a mí, me imagino que ha sido muy bonito, pero cuando le digas a Devin, dirá que ha sido muy rápido – Le hice ver – De cualquier forma, felicidades. Michael y tú forman una hermosa pareja.
–Sí, cuñada, me dijo que le gusto y que quiere que nos sigamos conociendo aún más. Está muy emocionado y también lo estoy yo, Michael es un amor.
–Me da mucho gusto por ti, Katie – No aguanté más la risa – Lo siento mucho por tu padre, porque él estaba muy celoso anoche.
–Sí, cuñada, me echó un sermón hoy en la mañana – Confesó Katie – Me dijo que primero necesito concentrarme en mi carrera y después ponerme a pensar en hombres.
–Tu carrera