—Me han dejado solo, no se vale, una reunión familiar sin mí —protestó y todos sonrieron.
—Ya te sirvo el desayuno —habló Lacie, mirando a Renaldo con preocupación.
—Luego hablamos, quizás mañana que es fin de semana, podamos hacerlo con tranquilidad —expresó Renaldo, no muy contento por tener que a