Rubí caminó hasta más no poder sintiendo que su cuerpo colapsaría en cualquier momento.
—Hola, preciosa, tengo el miembro bastante duro ¿te apetece bajarlo? — le dijo un hombre que frenó muy cerca de ella. Ella lo miró con la intención de mandarlo al diablo, pero después comprendió que si no quería ser violada a mitad del camino tendría que buscar la manera de ganarse algo de dinero para volver a su casa; la cual está bastante lejos de allí y a ese paso le tomará dos días de camino llegar.
Forzó una sonrisa y lo miró coquetamente dándose cuenta de que ese hombre tiene que tener la misma edad de su padre.
<<oh por Dios esto es