Me acomodé en mi asiento de avión, los padres de James nos habían invitado a pasar el fin de año junto a ellos, aunque la invitación se debía un poco más a que se habían enterado del matrimonio y tenían curiosidad por la desconocida esposa de su hijo. Cerrando mis ojos intenté relajarme, me ponía nerviosa conocer a lo que supongo serían mis suegros. Sentí una mano tomando la mía.
— ¿Estás bien? -preguntó-
Asentí y como un impulso me acerqué a él depositando un beso en la comisura de sus labios, nuestra relación ficticia había mejorado mucho los últimos días.
— ¿Y eso? -susurró sorprendido-
— No sé
— Bueno, puedes vivir ignorante toda tu vida y seguir haciéndolo
Dejé que una sonrisa escapara de mis labios. Me dió otro beso, siendo esta vez un poco más profundo.
— Por fin solos, ¿lo has hecho en un avión?
Rodé los ojos, se había vuelto un completo pervertido desde que lo hicimos por primera vez.
— No
— ¿Quieres probar? Es delicioso
— ¿Tú lo has hecho?
— No, pero contigo seguro todo es d