— ¡Grace! ¡Grace!
Me giré encontrándome con un Logan muy agitado corriendo hasta a mí, me preocupé, tal vez había pasado algo.
— ¿Qué sucede?
— Nada, ¿quieres que te lleve a casa?
Dejé que el aire salga de mis pulmones y negué.
— No, ahora voy al trabajo.
Hoy iría sola porque Jane estaba enferma y no pudo venir a clases.
— No importa, te llevo igual, vamos —me tomó del brazo y me arrastró hasta su carro—.
Intenté seguirlo, casi cayendo en el camino.
— Tranquilo Logan, sé caminar —dije sarcástica—.
— ¿Sí? No parece, te llevas cayendo como cinco veces.
— Muy gracioso —volteé los ojos—. Es por los zapatos altos.
— Probablemente, ¿Por qué estás tan guapa? ¿Con quién saldrás?
Abrió la puerta para mí, subí al carro. Cuando se instaló a mi lado seguí con la conversación.
— Nada de eso, veré a tu padre hoy.
— No sabía que el viejo le hacía a niñas como tú, serás mi nueva mami.
— ¡No! —dije espantada—. Presentaré mi diseño para su nuevo edificio.
— Lo sé, sólo bromeaba, ¿Por qué no me dijiste