Capitulo 32

Ese mismo día la señora Mel se despidió. Yo tenía ese sabor amargo en la boca, hablar con él me había dejado mas intranquila de lo que ya estaba. No había sido una buena idea que él hablará conmigo. Al escuchar su voz si, me había emocionado y sentí lo típico que las personas enamoradas sienten. Pero nada mas.  

Ese día preferí que mi hijo durmiera conmigo, no me le quería despegar ni un solo instante. No quería perderme ni un momento. Ser madre era una de las cosas que me iba a hacer crecer, que como mujer ne iba a cambiar en muchos aspectos. Obviamente ahorita estaba yo en cuidados, tanto para que mi barriga quedará bien y para eso no tenía que comer mucha grasa. Esa noche mi hijo no me dejo dormir para nada.

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