Mauro se encontraba caminando de un lado a otro en la sala de espera del sanatorio donde su prometida había llegado realmente mal. Los minutos pasaban y nadie le informaba su estado de salud y comenzaba a impacientarse.
-Familiares de la señorita Lynch- El médico finalmente llegó a brindar información
-Soy su prometido, ¿Cómo está ella?- Se acercó rápidamente sintiendo aún más impaciencia y preocupación
-Ella se encuentra estable, pero su embarazo corre peligro. Ella llegó justo a tiempo y pudimos detener la hemorragia- Aquello lo sintió como un balde de agua helada y el peso de la culpa se cernió sobre sus hombros
-¿Puedo pasar a verla?- Preguntó sintiendo la necesidad de disculparse
-No es conveniente. Ella dijo repetidamente que no quiere verlo. También me pidió que le diera esto- Entregó el anillo de compromiso y supo que todo estaba perdido
Ella no podría sentir más dolor y mientras su embarazo continuara, así la posibilidad fuera mínima, se esforzaría por salir adelante sin t